‘Esto ha sido siempre así’. Es una frase que hemos oído muchas veces. En casa, en el entorno de amigos y, sobre todo, en las empresas. Cuando algo se ha hecho así siempre, esa forma de hacer se transmite de unos a otros, hasta que todos lo asumimos sin cuestionarnos siquiera que podría hacerse de otra manera. Cuestionar algo que ‘ha sido así siempre’, querer cambiarlo…. nos coloca al borde del precipicio del rechazo y del abandono. Y eso no lo quiere nadie en nuestra especie, una especie que debe su propia supervivencia, desde antes que fuera incluso homo sapiens, a vivir en grupo, al apoyo de la tribu.

Por eso, se necesita ser muy valiente para dar el paso, para cuestionar lo que ‘ha sido siempre así’, para pensar de otra manera, para salir de esa zona de confort en la que todos somos gregarios y vivimos cómodamente sin cuestionar nada.

¿Quieres vivir así? ¿No te has planteado dar un primer paso? Es posible. El primer paso comienza en mí mismo, en ver de verdad cómo soy…. porque soy responsable de mi propio comportamiento y puedo cambiarlo. Éste sería, en realidad, el primer paso de un proceso de coaching, que se inicia con la certeza de que ese primer cambio de comportamiento, si consigo mantenerlo, se traducirá en un cambio positivo de mi identidad. El coaching nos ayuda a descubrir qué hacemos, cómo somos y, sobre todo, qué queremos ser y hacer.

Combinado con terapias humanistas (la Gestalt, la PNL, el Análisis Transaccional…), el coaching amplía el campo de visión, nos hace más tolerantes y aceptamos al otro como el que es (un ser completo en sí mismo) a la vez que nos hace ver que nuestra percepción de la realidad no es la realidad. Y, sobre todo, nos mueve a una reflexión fundamental que tiene relación directa con el título de este post: ‘El error es aprendizaje y nos acerca a la meta’.

Y dicho todo esto, ¿todavía crees que algo hay que hacerlo así porque siempre ha sido así?

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