UNA PROFESIÓN PARA TODA LA VIDA

Eduardo Sanz Márquez , Terapeuta Gestalt y Abogado.

Es evidente que estudiar la carrera de Medicina, o cualquier otra, es una inversión en formación muchas veces sustentada en lo que llamamos vocación, que nos lleva a seguir en la mayor parte de los casos toda nuestra vida por el mismo camino profesional de crecimiento, aprendizaje y aportación a la sociedad, dicho todo ello de la forma más positiva posible.

Sin embargo, y dejando a un lado el sentido práctico, incluso filantrópico de todo ello, lo cierto es que tenemos en cada momento de nuestra vida miles de opciones para elegir que ni siquiera vemos. Esto se debe a tradición, cultura, imagen, economía, creencias, y también y sobre todo al sentido práctico y utilitarista de nuestro tiempo y de nuestra vida.

Pero ¿por qué no dejamos de hacer el mismo trabajo toda nuestra vida? No lo hacemos porque entendemos que no se puede, damos por hecho que las cosas son así y que no hay nada que las cambie. Y no tenemos en cuenta que todos somos responsables de nuestra realidad y no es la historia ni la sociedad sino nosotros mismos los que decidimos qué realidad deseamos en cada momento.

las personas que cambian de profesión lo hacen por acontecimientos ajenos a ellos mismos, pero rara vez por el solo deseo de cambiar

Normalmente sucede que las personas que cambian de profesión lo hacen por acontecimientos ajenos a ellos mismos, pero rara vez por el solo deseo de cambiar, de hacer algo distinto, de enriquecer sus vidas con algo nuevo y totalmente diferente a lo que hacían. Puede que el secreto esté en entender si esa realidad la vivimos conscientemente o simplemente nos dejamos llevar por lo que comprendemos que debe ser, sin darnos cuenta que tenemos un mar de posibilidades a nuestro alrededor. ¿Puede que estemos tan condicionados que pensemos que no tenemos ningún control sobre nuestras posibilidades y potencialidades?

La ciencia actual postula que lo que nos pasa dentro crea lo que nos pasa fuera. Quedaría, entonces, analizar ¿qué nos está pasando? ¿en qué pensamos? ¿realmente queremos estar donde estamos? ¿nos gusta lo que hacemos? ¿nos asustamos ante lo desconocido y preferimos lo que no nos gusta al vacío de lo que está fuera de nuestra zona de confort? ¿o, simplemente, ni siquiera lo contemplamos?

Tenemos una sola vida. Y solemos tener una sola profesión. Algo se nos escapa. Algo no estamos viendo, algo que está ahí y que le conviene a la sociedad, pero… ¿Y a nosotros?

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