La palabra paciencia deriva del latín patiens, esto es: el que padece. Implica sufrimiento: el de la espera y el de la esperanza… o de la desesperación.

Vivimos en un mundo frenético que exige resultados inmediatos y tener todo bajo control. Además de irreales, esas pretensiones son dañinas.

 Para NTMM, saber esperar es un ejercicio activo de fuerza y coraje.

 Si quieres saber más, pincha la fotografía y lee un artículo de El País.

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